Ya llevan muchos años entre nosotros y prácticamente nadie duda de sus ventajas, asociadas al principio físico de la “segregación inversa” que prueba que, al aumentar nuestro volumen, nos mantenemos a flote en un alud. La mayoría de fabricantes lo incorpora a sus mochilas, tanto sistemas propios como fabricados por otras marcas.
Si su uso no es más extendido, es por temas tan simples como su elevado precio o por el incremento de peso que supone. Desde las primeras mochilas con airbag aparecidas en 1985 (por la firma alemana ABS), han experimentado algunos cambios.
Hoy la mayoría emplea un sistema basado en un único globo superior, solo algunas firmas (como la misma ABS) siguen usando dos globos laterales. Otra de las transformaciones es que el airbag ha pasado de ser una pieza integrada en la mochila a ser un elemento que se puede desmontar e instalar en otras mochilas, aunque habitualmente solo son compatibles con modelos de la misma marca.
Sistemas de inflado
Principalmente los sistemas de inflado de los airbag se pueden clasificar en dos tipos:
- Tradicional de gas: basado en un cartucho de gas que proporciona el “aire” necesario de hinchado del globo. El sistema de activación es mecánico, habitualmente por un medio pirotécnico. El gas se almacena en un cartucho individual (o a veces dos pequeños) que puede ser sustituido, y en ocasiones recargado, por el usuario.
Marcas como Mammut (sistemas Snowpulse, o el escamoteable R.A.S y el protector P.A.S), Ortovox (Avabag), Arva (Reactor) o ABS, entre otras, usan este sistema de cartucho de gas, si bien cada una con su propio diseño y sin posibilidad de compatibilidad entre ellos.
Es un sistema muy consolidado el mercado, con un alto índice de eficacia en los numerosos casos que ha sido utilizado. - Eléctrico: es un sistema más reciente, que incorpora un método de activación basado en la electricidad que impulsa un ventilador, que es el que provoca una corriente de aire que infla el globo.
Actualmente, solo hay dos fabricantes que lo incorporan: Black Diamond con su sistema JetForce, basado en una batería de IonLitio (en la nueva generación JetForce Pro es un sistema modular y con conectividad Bluetooth). Y, por otra parte, Alpride que, aunque tiene modelos de cartucho (Alpride 2.0, empleado también por otras marcas), fue pionera en el sistema eléctrico basado en unos supercondensadores (Alpride E1); son dispositivos electrónicos capaces de almacenar en su interior cargas eléctricas y liberarlas con extraordinaria rapidez, generando corrientes eléctricas muy intensas durante décimas de segundo, que cuenta también con pilas AAA para mantener su funcionamiento.
Además de las mochilas propias de Alpride, otras firmas como Scott, Ferrino, Osprey o Millet han incorporado este sistema en sus mochilas. Son recargables en la red eléctrica convencional mediante un cargador USB y cuentan con un indicador del nivel de carga (y a veces también indican el nº de hinchados disponibles).
Aunque los dos sistemas de inflado de los airbag sean diferentes, la función y finalidad son las mismas: darnos un margen más amplio de posibilidad de supervivencia frente a las avalanchas, al inflarse y mantenernos con ello a flote.
En términos generales, ambos sistemas ofrecen un volumen de hinchado en torno a los 150 litros, con una velocidad de inflado que oscila entre los 3 y 4 segundos.
Pros y contras de cada sistema
Peso
Los airbags con sistema eléctrico son bastante más ligeros que los tradicionales sistemas con cartucho de gas.
Funcionamiento
Mecánico o electrónico/eléctrico, para los de gas solo necesitamos tener el cartucho, mientras que para los eléctricos necesitaremos vigilar que el nivel de carga sea óptimo.
Uso único o múltiple
Los de gas son de un único uso, requiriendo un cambio de cartucho (recargarlo o comparar uno nuevo) para poder volver a utilizarlo. En este caso los eléctricos presentan la ventaja de que, siempre que tengamos carga, estarán operativos, pudiendo utilizarlos múltiples veces; esto también nos permitirá practicar con ellos todo lo que queramos, de forma que sea una reacción intuitiva cuando lo necesitemos, un importante valor añadido para la seguridad.
Transporte en avión
Si bien es posible llevar ambos sistemas en todo tipo de vuelos, solo los que usan supercondesandores pueden ir como equipaje de cabina, el resto debe ir facturado en bodega y, en el caso de las baterías IonLitio o cartuchos de gas, deben ir desconectados. Todo esto está establecido en las normativas de la IATA relativas a mercancías peligrosas.
Resistencia
Los sistemas mecánicos de cartucho de gas son más robustos y por tanto más fiables ante posibles golpes o caídas, mientras que los eléctricos presentan los inconvenientes asociados a la electrónica o el mecanismo del ventilador, que suelen ser piezas más frágiles.
Temperaturas
Cualquier sistema funciona con unos rangos de temperaturas muy amplios, si bien las bajas temperaturas afectarán más a los sistemas eléctricos que a los mecánicos de cartucho de gas.
Personalmente, no creo que haya sistema mejor que otro, cualquiera es lo suficientemente fiable; lo importante es llevarlo y saber utilizarlo. Al escoger, debemos valorar cuál nos encaja mejor en nuestras actividades habituales, por ejemplo si solemos coger el avión, si el peso es definitivo, etc. Y analizar estos factores junto al resto de requisitos que le pedimos a una mochila de skimo en cuanto a capacidad, diseño, accesorios…
Tómate tu tiempo para escoger una compañera de aventuras cómoda, que se adapte a tus exigencias, y que además sea duradera para poder utilizarla durante muchas temporadas, que es el mejor argumento de su sostenibilidad.
Manuel SUÁREZ
