La temporada de ascensiones en las grandes montañas de Pakistán ha comenzado a medio gas. Muchos alpinistas se enfrentan todavía a dificultades y obstáculos para concretar sus viajes, en el contexto de las restricciones y normativas derivadas de la situación pandémica. Mientras tanto, otros más afortunados ya están haciendo de las suyas en el país asiático.
Es el caso del cuarteto francés formado por Guillaume Pierrel, Aurélia Lanoe, Boris Langenstein y Tiphaine Duperrier, que ha completado una exitosa primera parte de su expedición de alpinismo y esquí en los remotos valles del Hindu Kush, cerca de la frontera con Afganistán. Allí, se dirigieron a la cabecera del glaciar del Chiantar para firmar dos primeros descensos.
Concretamente, fue el pasado domingo 13 y lunes 14 de junio. Primero, se enfrentaron a “una vertiente casi rectilínea de 1.200 metros con una salida delicada a través de enormes cornisas” en el Garmush (6.244 m). A continuación, el pico vecino –del que no conocen el nombre exacto aunque aventuran el de Gasmush II– (6.200 m), que les ofreció un apoteósico “tobogán gigante de 1.500 metros”, después de haber ascendido por un couloir en forma de banana con salida en mixto, y haber rapelado 25 metros.
A los ochomiles del Baltoro
Guillaume Pierrel, Aurélia Lanoe, Boris Langenstein y Tiphaine Duperrier se estructuran en dos cordadas mixtas. Después de esta primera parte de su expedición, han dejado ya la región del Hindu Kush para dirigirse hacia el Baltoro, donde les esperan “sus gigantes de 8.000 metros”.
Vale la pena tener en cuenta que Boris Langenstein y Tiphaine Duperrier escalaron ya en verano de 2019 el Nanga Parbat, que Boris descendió esquiando desde unos 50 metros por debajo de la cumbre. El año anterior, Boris Langenstein y Tiphaine Duperrier, junto con Carole Chambaret, consiguieron realizar el primer descenso integral con esquís del Laila Peak.
Así pues, no se trata de novatos en esto de las aventuras con las tablas en altura y habrá que prestar atención a su actividad en el Baltoro. Allí, el K2 solamente ha sido descendido en esquís una vez, en 2018 por Andrzej Bargiel. El polaco también es el único que ha descendido esquiando desde la cima del Broad Peak (2015).
Los dos Gasherbrums cuentan con ascensiones más antiguas: el suizo Sylvain Saudan hizo la primera del Gasherbrum I en 1982; mientras que en el Gasherburm II los primeros descensos integrales en esquís datan de 1984, a cargo del suizo Wilhemus Pasquier y el francés Patrice Bournat, durante tres días.
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